La clamidia es una infección muy común causada por una bacteria que puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Puede afectar el pene, la vagina, el cuello del útero, el ano, la uretra, los ojos y la garganta. Por lo general, no presenta síntomas.
A pesar de que es una enfermedad muy común, está poco diagnosticada. El 75% de las mujeres y el 50% de los hombres con clamidia no tienen síntomas de la infección.
Sin embargo, las mujeres pueden presentar flujo vaginal con alteraciones, sangrado después de las relaciones sexuales o entre los períodos de menstruación y dolor abdominal o pélvico. Los varones, flujo del pene, ardor al orinar, testículos adoloridos o hinchados. Ambos pueden presentar secreción, picazón o dolor anal.
La transmisión se da a través de relaciones sexuales sin preservativo, ya sean vaginales, anales, u orales. También puede transmitirse de una persona embarazada al bebé durante el parto.
La clamidia se detecta a través de diferentes pruebas de laboratorio, y se cura con antibióticos. En algunos casos, alcanza con una sola dosis, pero el tratamiento puede llegar a durar hasta 7 días.
Tené en cuenta que si no se trata, puede aumentar el riesgo de transmisión del VIH y, en la mujer, puede invadir el área pélvica e infectar el útero, las trompas de falopio o los ovarios causando la EPI (Enfermedad Pélvica Inflamatoria).
La forma de prevenirla es usar preservativo de manera correcta y consistente durante todas las relaciones sexuales, vaginales y/o anales y campo de látex durante el sexo oral vaginal y/o anal, tanto para prevenir la infección como para evitar la reinfección.
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