Si tenés bajo tu cuidado a un niño, niña o adolescente, seguramente pasaste por el momento en el que no sabías cómo afrontar una pregunta sobre sexualidad. No te preocupes, todos pasamos por eso: tartamudeos, ganas de dejar pasar la pregunta o hasta escucharnos decir “todavía sos muy chiquito para saber”.
Hablar honestamente de sexualidad es la única herramienta para brindar información y contención. Es un momento ideal para tender puentes de comunicación y confianza. Y es importante que niños, niñas y adolescentes sepan que pueden recurrir a nosotros. Por eso, en Fundación Huésped desarrollamos una Guía sobre “Cómo hablar de sexualidad con niños, niñas y adolescentes”.
Para empezar, te dejamos algunos consejos. ¡Aunque el único secreto es animarse a hacerlo!
- No tengas miedo de decir de más. Los niños y las niñas asimilan aquello que comprenden y descartan lo que encuentran aburrido.
- Antes de responder, preguntá ¿por qué quieren saber sobre eso? y, después, ¿qué saben sobre el tema?. Así sabés qué información es la que necesitan.
- No castigues su pregunta. Eso sólo va a provocar que deje de preguntarte y entenderán que ese tema es malo y que no es bueno hablar honestamente sobre sexualidad.
- Si una rodilla es una rodilla, y un ojo es un ojo, porque al pene lo llamamos “pirulín”. Usá las palabras correctas para cada uno de los órganos genitales. Nombrarlos con sinónimos aparentemente inofensivos sugiere que existe algo malo en ellos.
- Ponete de acuerdo con los demás responsables en cómo responder a cada pregunta. Si los niños, niñas o adolescentes reciben versiones distintas o mensajes encontrados sobre un tema, no sabrán cuál elegir y se confundirán más.
- Si no te preguntan sobre sexualidad, aprovechá las oportunidades para hablar del tema que te dan los medios de comunicación u otras fuentes. Antes de hacerlo, preparate con información para la charla.
- Si la pregunta surge en un contexto inapropiado o inesperado, cada pregunta es un gesto de confianza que debés valorar. Si no podés responder en ese momento, asegurale que después, en un contexto apropiado, hablarán de eso. ¡Y cumplilo!
- Si los niños y niñas usan palabras ofensivas sin saber su significado, explicales qué significan y cuáles son las palabras adecuadas. También, que esas palabras pueden dañar a otros, o herir los sentimientos de las personas.
- Nunca es tarde para empezar a hablar de sexualidad con niños, niñas y adolescentes. Aunque creas que ya son grandes, podés generar un vínculo de confianza en cualquier momento.
- Es importante respetar los silencios y espacios de los niños, niñas y adolescentes. Respetá sus deseos de no hablar, pero mantené la puerta abierta para que puedan preguntar cuando lo necesiten.