En el Día del Profesor, celebramos a quienes nos inspiran y nos invitan a construir espacios más justos e igualitarios para todos y todas. Una de ellas es Silvia Galarza, Directora de la Escuela Técnica Nº1 de El Talar. Les compartimos su historia. ¡Feliz día!
A los 21 años me recibí de profesora de Educación Física y comencé mi camino en la docencia. Desde que egresé, siempre supe que esta vocación me daría muchas satisfacciones, y también, me enfrentaría a muchos desafíos.
Hace casi dos años, en mi rol de Directora, se me presentó la siguiente situación: algunos estudiantes no iban al baño en todo el día. Se trataba de varones gays que podían pasar 6 u 8 horas aguantándose las ganas. Cuando les preguntamos qué pasaba nos contaron que sentían incómodos, que los cargaban.
Para darles una respuesta, para poder decirles: “entrá al baño con libertad, no importa tu orientación sexual o tu identidad de género”, decidimos sacarle las etiquetas a uno de los baños de la escuela. Este no sería exclusivo para varones ni para mujeres. La primera resistencia fue de los adultos y del mismo sistema escolar. Sin embargo, después de mucha convicción, de idas y vueltas, la inauguración fue definitiva. Hoy, aquellos estudiantes que pedían permiso para ir a los baños de preceptores, tienen un espacio donde sentirse libres.
Hace 26 años soy docente y esta fue una de las experiencias de aprendizaje más grandes que atravesé. Entendí que para enseñar primero debemos observar el mundo que cada estudiante nos trae, estar receptivos a cada demanda, adaptarnos a ellas a pesar de que las formalidades. Como docente y como persona que trabaja por una sociedad más tolerante, tengo la certeza de que la Educación Sexual Integral es la mejor herramienta para lograrlo.