Esta semana nos llegaron algunas consultas relacionadas a la posible infección de bananas con sangre infectada con el virus del VIH.
Esta información, falsa, se parece mucho a una que salio hace un par de años que indicaba que un gran cargamento de naranjas infectadas con VIH había llegado a América proveniente de África.
La respuesta más sencilla es que el virus no vive mucho tiempo fuera del cuerpo, por lo que si bien es posible que inyecten sangre infectada a bananas o naranjas es imposible que esta sangre pueda infectar a una persona al comerlas.
Tan importante como saber de qué manera se transmite el virus, es saber qué conductas o prácticas no lo hacen. Tener relaciones sexuales utilizando preservativos, un estornudo, la picadura de un mosquito, compartir la vajilla o los mismos servicios higiénicos, la depilación con cera, no transmiten el virus. La saliva, las lágrimas, el sudor, el aire y el agua, al igual que los alimentos no son vehículos de transmisión. Tampoco lo son el practicar deportes, besarnos, abrazarnos, darnos la mano, jugar, trabajar o estudiar, bañarnos en duchas o piscinas e intercambiarnos la ropa con personas que viven con VIH.