El 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del Sida, un día especial para que reflexionemos acerca del rol que cada uno puede cumplir para hacer realidad la posibilidad que tenemos de controlar la epidemia de VIH/sida para 2030 si se logra ampliar el acceso al diagnóstico, cuidado y tratamiento a todas las personas que viven con VIH.
Argentina es un país líder a nivel mundial en cuanto al programa de acceso ampliado a la terapia antiviral. Según el Banco Mundial, entre 2003 y 2013, Argentina evitó 4.400 muertes y ahorró 780 millones de dólares a partir de sus políticas de acceso amplio al diagnóstico y tratamiento.
Además de sostener el programa de acceso ampliado a la terapia antiviral y la promoción del test de VIH, los desafíos del próximo gobierno apuntan a la necesidad de fortalecer las políticas tendientes a cumplir con el objetivo de alcanzar el 90-90-90 propuesto por ONUSIDA: 90% de las personas con VIH detectadas, el 90% de ellas en tratamiento y el 90% de quienes están en tratamiento con carga viral indetectable para el año 2020. Para ello, entre otras medidas es necesario ampliar la oferta de testeo a todos los centros de salud del país, y fortalecer el sistema nacional de seguimiento y ayuda a las personas con fallos en la adherencia al tratamiento, enfatizando la eliminación de toda forma de discriminación hacia las personas con VIH.
A pesar de los avances, en Argentina el número de nuevos casos se mantiene en alrededor de 6000 cada año, al igual que el número de muertes, unas 1500 por año. En muchos casos, las causas de las muertes se encuentran en el acceso tardío al diagnóstico, entre otros motivos por el estigma y la discriminación que aún continúan vinculados a la epidemia.
Avanzar en los objetivos de ONUSIDA precisa de acciones coordinadas entre el estado nacional y las provincias y municipios junto a las organizaciones de la sociedad civil y las redes de personas viviendo con VIH, enmarcado en la estrategia de “acceso acelerado en ciudades” planteado por dicho programa, y las acciones de prevención primaria y secundaria no pueden desligarse de la búsqueda de la eliminación del estigma y la discriminación vinculados al VIH.
Asimismo es relevante mejorar la implementación de la ley de educación sexual integral, incrementar el acceso de poblaciones clave (especialmente los adolescentes y jóvenes) a los programas de salud sexual y reproductiva, asegurar la implementación de la Ley de Identidad de Género (específicamente su artículo 11 recientemente reglamentado), impulsar el protocolo de atención integral de interrupción legal de embarazos elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación, y favorecer el acceso a la nueva medicación para Hepatitis C y la provisión de vacunas del calendario nacional, así como impulsar en el Congreso de la Nación la ley antidiscriminatoria y la nueva Ley de SIDA que ya está siendo discutida por los distintos actores involucrados.
Controlar la epidemia es posible. Lograrlo es tarea de cada uno desde su lugar.
Dr. Pedro Cahn
Presidente de Fundación Huésped