Rompiendo barreras: nuestra visita al barrio Cildañez

Contar qué hacemos en nuestras actividades no es fácil. Las palabras, las fotos o el total de los test realizados no alcanzan para dimensionar lo que vivimos. ¿Qué significa acercar el test de VIH y sífilis a más personas?

Todavía existen barrios, pueblos, regiones donde sigue siendo difícil acceder al test de VIH. Porque las personas no tienen recursos para viajar hasta el centro de atención, porque no pueden pedir permisos en sus trabajos en los horarios disponibles o porque tienen miedo a que sus vecinos y vecinas se enteren del diagnóstico.

Por eso, en cada proyecto nos proponemos romper todas esas barreras. Sobre eso trata esta historia en el Barrio Cildañez de la Ciudad de Buenos Aires, donde realizamos una jornada de testeo de VIH y sífilis a la que se acercaron muchas personas. ¿Por qué fue tan importante?

Hace calor, estamos en el anfiteatro del Barrio Cildañez. Todos conocen el “anfi”. A solo pasos de la feria comercial, es un punto de encuentro que se transforma según la actividad que convoque: reuniones, misas, actividades para chicos y chicas. Hoy le toca a Huésped que, junto al Centro de salud y acción comunitaria del barrio (Cesac 14), convierte el anfi en un centro de testeo. Lo que primero llama la atención al llegar son las pecheras rojas. Saludo va, mate viene y empieza la acción. La disposición del lugar es clara: acá se reciben las personas, ahí se brinda información antes del test, y por allá se testea. Adentro y en privado, se dan los resultados. 

Los ojos que pasan miran intentando descifrar el evento. Algunos preguntan, otros siguen de largo, pocas personas se quedan. Esa es la parte más difícil: lograr convocar. Por eso, en las jornadas de testeo de Huésped no nos quedamos quietos: “¿Tenés un ratito? Te queremos invitar a hacerte un test de VIH. Estamos en la otra cuadra, es gratis y son solo 15 minutos.” Nuestro compañero Manu nos cuenta que normalmente es muy poco tiempo el que tienen para captar la atención de las personas y generar interés. 

Por eso, es clave el trabajo de Orieta, que vive en Cildañez y trabaja en Huésped como navegadora par: su rol es conectar el trabajo de la fundación con su comunidad y el sistema de salud. Semanas antes de la jornada comenzó a invitar a sus vecinos y vecinas. “Hay que caminar mucho, hacer mucho laburo previo” dice, mientras contesta mensajes y presta atención a su alrededor, porque siempre hay alguien que la busca. Pero Ori no está sola, el equipo de Programas tiene ojos en todos lados. 

Lucas le da la bienvenida a cada persona que se quiere testear y explica, de manera clara y sencilla, todo sobre el test de VIH. Cada pregunta o mirada dudosa, la responde con cariño y paciencia, asegurándose que no queden dudas. Maia y Coti acompañan el proceso de testeo y charlan con quienes esperan su resultado. Recuerdan el turno de absolutamente todas las personas presentes: si la enfermera llamó un número y nadie respondió, alguna de las dos se acerca. 

Poco a poco, el anfi se llena de gente. Entonces nos cruzamos a Charly, un hombre que vive en el barrio .“Me lo dijeron y vine. ¿Por qué no?” – contesta cuando le preguntamos por qué se acercó a la jornada de testeo. “Es mejor saber qué tenés y qué no tenés”.

Para muchas personas que viven en Cildañez esta es una oportunidad para conocer su diagnóstico de VIH, sin pedir turno, sin esperar, sin tener que viajar. De hecho, para la mayoría de personas, fue la primera vez que se realizaron un test de VIH, que buscaron información y se sacaron dudas. Pudieron hacerlo porque se sintieron acompañadas; porque las escucharon y las trataron bien.

Esto es tan solo un poco de lo que hacemos. Quedaron fuera de esta historia los días que nos tomamos para planificar una jornada de testeo, las reuniones de trabajo, los vínculos que generamos en el barrio. Tampoco entraron las charlas, los abrazos y la contención cuando un resultado da positivo. Siempre que termina una jornada, empezamos a guardar nuestros materiales pensando en la próxima.

Sin embargo, cada día nos cuesta más sostener nuestros servicios gratuitos o actividades como estas. Si aún lo podemos hacer, es gracias a muchas personas que nos bancan mes a mes con su donación. Barrios como Cildañez hoy nos necesitan más que nunca y vos podés ayudarnos.

Sumate con tu donación mensual. 

 

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