Semana Mundial de la Tuberculosis

 

Contrariamente a lo que se piensa, la tuberculosis no está erradicada y continúa siendo un problema de salud pública en la Argentina. De acuerdo a las últimas estadísticas, cada año se detectan alrededor de 10.000 personas y se producen cerca de 700 muertes. El 50% de los nuevos casos se dan en la población en edad productiva (20 a 44 años). Las zonas más afectadas por la tuberculosis continúan siendo las de mayor proporción de población en situación de pobreza.

El tratamiento de las personas con tuberculosis es la principal estrategia de prevención de la enfermedad ya que interrumpe su trasmisión y evita los nuevos casos. Para eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) formuló una estrategia basada en el enfoque Tratamiento Acortado Estrictamente Supervisado (DOTS, por sus siglas en inglés) basada en la detección temprana de casos y el suministro de medicamentos con supervisión y apoyo al paciente. En nuestro país, se pierde el seguimiento de un tercio de los casos en tratamiento”, reflexionó el Dr. Omar Sued, Director de Investigaciones Clínicas de Fundación Huésped.

Según el último informe disponible, en 2011, del total de los casos de tuberculosis notificados en el país, el 30% no tuvieron consignado el resultado del tratamiento. De los casos para los cuales sí se contó con información de evaluación del tratamiento, el 71,9% fue exitoso. La Ciudad de Buenos Aires cuenta con la tasa más alta de abandono del tratamiento, que alcanza el 36%, según el último informe.

Los síntomas más comunes son: fiebre prolongada, tos, sudoración nocturna y pérdida de peso.

En el año 2013 en la Ciudad de Buenos Aires se notificaron 930 casos. El 12,7% de ellos presentaba también infección por VIH. Del total de los casos en tratamiento ese año, sólo el 18,7% se realizó bajo la estrategia del Tratamiento Acortado Estrictamente Supervisado, mientras que un 68.4% fue auto administrado y un 12.9% mixto. Del total de las personas en tratamiento, sólo el 44% lo terminó en forma exitosa.

Por su parte, la tuberculosis es la causa más frecuente de muerte de los pacientes adultos con VIH en los países en desarrollo. “La OMS recomienda la realización del análisis de VIH a todas las personas con tuberculosis. En nuestro país, durante 2012 sólo en el 14,2% de los casos nuevos se reportó el resultado del test de VIH”, agregó el Dr. Omar Sued. En la Ciudad de Buenos Aires la tuberculosis continúa siendo la primera causa de muerte en pacientes con VIH, con un 15%.

En Fundación Huésped trabajamos desde 1989 apoyando la atención y tratamiento de enfermedades infecciosas desde un abordaje integral que incluye incidencia pública, investigación, gestión del conocimiento, construcción de capacidades y servicios directos”, explicó el Dr. Sued. “Realizamos estudios para identificar los mejores tratamientos antirretrovirales para pacientes con VIH y tuberculosis, colaboramos con el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (INBIRS) en el estudio de la inmunología de la enfermedad y brindamos apoyo directo al consultorio externo de co-infección tuberculosis y VIH del Hospital Fernández”, detalló.

Para tener en cuenta

  • Es importante tener en cuenta que la tuberculosis tiene cura, sobre todo si su detección es temprana y el tratamiento es adecuado.
  • Es fundamental la aplicación de la vacuna BCG al nacer, como única dosis en la vida, para evitar la aparición de formas graves como meningitis por TB. No previene la enfermedad, sólo las formas graves en los pacientes más vulnerables como los niños y recién nacidos.
  • Todo paciente tratado correctamente no contagia. Por ello es muy importante la consulta temprana y el diagnóstico precoz por el servicio de salud, así como el cumplimiento total del tratamiento, que dura como mínimo 6 meses (según cada caso).
  • Toda persona que estuvo en contacto con un caso de tuberculosis tiene que evaluarse para saber si tiene riesgo de presentar la enfermedad y si requiere tomar profilaxis.
  • Los síntomas más comunes de tuberculosis son la presencia en forma prolongada (más de2 semanas) de fiebre, tos, sudoración nocturna y pérdida de peso.
  • El diagnóstico de la TB pulmonar se confirma por la identificación de bacilo de tuberculosis en una muestra de esputo, procedimiento que a veces puede llevar hasta 2 meses. Actualmente existen métodos rápidos que pueden detectar la tuberculosis en 2 horas.

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